Este círculo ayudará a los participantes a navegar por las emociones vinculadas a los retos y transiciones a los que nos enfrentamos en el próximo año -ya sean sentimientos de esperanza, miedo o incertidumbre- y ofrecerá herramientas para seguir adelante. Es un espacio para explorar cómo este momento se cruza con los valores personales, los retos de la comunidad y las esperanzas para el futuro.
A través de una conversación facilitada y de prácticas de corporeización y atención plena, los participantes pueden empezar a generar conexiones para curar las heridas del trauma racial. Un círculo de sanación ofrece la oportunidad de ser auténticos y vulnerables y emprender acciones colectivas para el cambio.